Una cuarentena virtual

Por Cecilia Martín (4º ESO A)

¿Se han planteado alguna vez cómo serían nuestras vidas sin tecnologías? ¿Todo a lo que renunciaríamos o lo complicadas que se volverían las cosas?   Quizá sí lo hayan hecho, pero es difícil hacerse del todo a la idea. 

Algunos ven los dispositivos tecnológicos como algo perjudicial, que nos hacen perder el contacto con la vida real y nos aíslan de todo a nuestro alrededor.  Sin embargo, ya son infinitas las ocasiones en las que nos han demostrado lo importantes que son en nuestro día a día. Desde simples llamadas o mensajes de texto a familiares y amigos para comprobar que todo está bien, hasta informativos para mentalizar a todos los habitantes del mundo de una situación peligrosa: justo lo que está pasando ahora. 

En lo que llevamos de año, ya son muchos los países que han activado su estado de alarma para proteger a su población de la pandemia del COVID-19. En España, como en otros lugares, se ha activado un estado de cuarentena, en el que los habitantes no deben salir de sus casas salvo por razones estrictamente necesarias. Aquí es cuando las tecnologías entran en juego. Todos debemos ser informados del por qué de esta situación, de cuánto nos afecta y de lo que va a durar. De ello se encargan los medios de comunicación (TV, radio, redes sociales...). Todos los días, en los telediarios nos explican la situación que se está viviendo y lo importante que es acatar las medidas necesarias. 

Al no estarnos permitido salir, muchos oficios se han visto afectados y los trabajadores deberán hacerlo todo desde casa. Para ello, las familias cuentan con ordenadores u otros dispositivos para comunicarse y llevar a cabo su labor. Por otra parte, la educación de los jóvenes en los institutos se ha visto paralizada, si no dispusiesen de plataformas en internet para comunicarse con sus profesores y seguir avanzando en las distintas materias, su educación se vería muy afectada por no se sabe cuánto tiempo. 

Dicho esto, no todo son puntos a favor de las tecnologías, ya que también se han propagado muchos bulos y noticias falsas por redes sociales. Por favor, debemos tener cabeza: esta situación es ya bastante complicada como para que la hagamos más. No difundan noticias que no estén contrastadas o no vengan de una fuente fiable. Todo puede ser bueno mientras hagamos un uso correcto de ello.