AYER COMO HOY, HOY COMO MAÑANA



Por Paola Viapiana (V LC)  




Me gustaría empezar con una pregunta para ti que estás leyendo: ¿Cómo percibes el paso del tiempo? ¿Te parece que es rápido o lento? A mí personalmente me parece ambas cosas. El tiempo corre rápido, pero todo está tan quieto que ni se advierte su paso. Cada día se sucede igual al anterior. Ayer como hoy, hoy como mañana. Es una realidad sofocante, cerrada. Es una realidad que casi no parece real. Creo que estamos viviendo por primera vez en nuestras vidas lo que los filósofos y los poetas describían como “aburrimiento”, en el sentido más profundo, y “alienación” como no percepción de la vida.
Siempre me he preguntado por qué los poetas hablan tanto de esos temas, del aburrimiento en particular, y hoy entiendo lo profundo que es este último. Este sentirse consumido, como consume la llama a la candela. La sensación de tener muchísimo tiempo y, sin embargo, no saber hacer nada más que perderlo. A lo mejor, ahora damos a las cosas que formaban parte de nuestras rutinas la importancia que realmente tienen.
Yo, por ejemplo, he entendido lo fundamentales que eran aquellos momentos de soledad total,en los que podía perderme en mí misma y pensar y hablar sola y cantar. Sobre todo, cantar. En cambio, entiendo la situación de los que están viviendo esta cuarentena solos y no desean nada más que acabar con esa misma soledad que yo ahora tanto deseo. Pero todo sigue igual, ayer como hoy, hoy como mañana
Incluso, a veces, siento mucha tristeza cuando pienso en lo que antes de todo esto veía como normal: la escuela. Este es mi quinto año y resulta que ya viví el último día de clase de mi vida sin tan siquiera haberme dado cuenta de ello. Y es que no lo sabía. Nadie lo sabía. He comprendido lo importante que es el contacto humano y cuánto voy a extrañar el mundo que me ha rodeado desde que tenía cinco años.
Este período tan raro para nosotros, además, me hace reflexionar mucho sobre la calidad de nuestras vidas anteriores. Me he dado cuenta de que ese “ayer como hoy, hoy como mañana” no es algo exclusivamente de este momento, sino que es un esquema que ha caracterizado nuestras vidas desde el principio. Todos dicen que nos han quitado la libertad pero ¿de verdad éramos libres antes? ¿Cuándo nos quitaron la libertad efectivamente?
Para terminar con algo positivo, quiero decir que, a pesar de todo lo que está pasando, tenemos que disfrutar de todo este tiempo que nos resta. Esta es una oportunidad para cambiar nuestra visión y nuestra idea de nosotros mismos como individuos, y del mundo en que vivimos (porque sí, aun así, estamos viviendo), y de cuáles son nuestras prioridades. Nuestro objetivo no ha de ser regresar a aquella “normalidad”, en la que a menudo estábamos no viviendo, sino tan solo “sobreviviendo”. Tenemos, más bien, que abrir los ojos, el corazón y el alma para vivir ayer come ayer, hoy como hoy y mañana como mañana.



Comentarios

Publicar un comentario